Más que implementar un método en particular, el primer aspecto, la exploración de la organización a optimizar, lo abordo aprendiendo. Sí, aprender, así conozca el sector, me parece increíblemente arrogante e ignorante presumir elementos de la operación sin entender sus particularidades. Aprender no como un analista de sistemas que levanta un requerimiento, o como un consultor que lleva su check list, con un modelo perfectamente trabajado que, una vez vaciado en un medio de almacenamiento determinado, indica el camino a seguir.
Es algo más complejo que eso. Aprender para dónde van, cuáles son sus expectativas, cuál es el contexto en que opera, en qué etapa de maduración se encuentra la organización, con qué capacidades y recursos cuenta, con qué tipo de personas trabaja. Eso es lo primero que debo comprender y analizar.
¿Cómo? A veces escuchando, a veces preguntando, a veces observando, depende de muchos factores, lo importante es obtener un plano.
¿Cómo es ese plano? Depende, puede ser un modelo de relaciones causales, un árbol de problemas, un diagrama BPMN, un mapa estratégico, un conjunto de algoritmos o una presentación. También depende del contexto.
¿Y qué hago con el plano? Desarrollo opciones, alternativas, escenarios posibles de mejora, que no son más que una secuencia de problemas o restricciones a resolver, especificando por qué es un problema y cómo resolverlo, cuál es la situación base, la situación esperada y su valor económico. Si no se puede expresar en términos de valor económico seguramente no es un problema o está mal planteado.
¿Y ese plano es parte del producto de mis servicios? También depende, si es un entregable, pero si lo presento o no depende del tipo de cliente que me contrata. Hay líderes y gerentes que les encantan las abstracciones, hay otros que sencillamente pagan para no enfrentarse a eso, es un asunto de estilo y tiempo disponible.
Una vez definido el problema, los alcances y las expectativas, me encargo de resolverlos uno a uno, para ello uso tecnología, metodologías y prácticas que me ayudan a diseñar, desarrollar y transferir soluciones (tecnológicas, de gestión, de coordinación, de procesos, de proyecto o de doctrina) de acuerdo con las circunstancias.
Por supuesto, hay problemas que no puedo, no quiero o sencillamente no me interesa resolver, pero los relacionados con la Productividad Operativa, los tengo bastante cubiertos.
De los tipos de problemas, de mi forma de operar y de las cosas que importan para entregar resultados, de eso les hablaré en próximos post.
Abrazos.